Latinastereo, 30 años sonando en los barrios


Alejandro Calle Cardona

Cultura / septiembre 2, 2015

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Latinastereo cumple 30 años en octubre. Es la única emisora de la ciudad que suena salsa todos los días, las 24 horas, sin pausa. Los oyentes, que podrían decirse los más fieles, están regados en todo el mundo.

 

El Rhodesian Ridgeback es una raza descendiente del cruce de perros africanos —con los que se solían cazar leones —y perros ingleses, con cualidades de rastreadores. Son veloces, fuertes, resistentes, fieles, obedientes, territoriales y solo ladran si es necesario. Aníbal Tercero conserva esas maneras, además, es un perro salsero.

Es el tercero de la dinastía de ‘Aníbales’ que ha tenido la casa salsera de la ciudad en 30 años, y ha acompañado con fidelidad a locutores, programadores y visitantes que se han paseado por corredores, cabinas de grabación y todos los rincones de la emisora. “Todos tienen que ver con Aníbal —dice Viviana Álvarez, directora y locutora —, algunos oyentes incluso le manda saludos al aire”.

Aníbal está en una emisora que ha palpitado durante tres décadas en Envigado. Hoy, en una casa de dos pisos, se mueve como un verdadero señor, saluda visitantes, se echa en el piso, entra a cabina, juega, y se ausenta solo dos días a la semana, cuando va a la guardería para liberar la energía que un adulto de su edad, tres años, acumula.

El Tercero es miembro de una familia enorme —la más grande diría yo — y que tienen como apellido El Sonido de las Palmeras. Unos están en Medellín y el área metropolitana, otros se conectan, todos los días, sagradamente, desde cualquier rincón del mundo a través de internet. Para los que la conocen y aman la Salsa, Latina Stéreo es una suerte de templo que más que visitar, hay que escuchar todos los días.

La Vieja Chila tiene tres ‘animalitos’ en los que escucha todos los días Latinastereo. El principal está en la cocina. El más grande en la sala, “tiene unos parlantes muy grandes”, cuenta con orgullo; y en el patio el tercero. Parece que la música que programan en el 100.9 del FM es la sangre que le entra por los oídos y la hace estar viva. Más que viva alegre.

— ¿Para Medellín qué es Latinastereo?, esa pregunta está muy bacana. Es una emisora espectacular para Medellín, para Colombia y el mundo entero. Eso va hasta la China y la Cochinchina. Los oyentes de larga distancia que llaman todos los días porque es una emisora espectacular. Yo le digo a Jairo Luis García (la voz emblemática, la que se ha mantenido los 30 años), hay 60 emisoras en el dial pero Latina Estéreo es mundial. Es un contenido único.

Y por eso no deja mover el dial. Antes se dañan los ‘animalitos’ que sonar otros géneros. Calcula Luz Cecilia Restrepo, el nombre de pila de la Vieja Chila, que desde los setenta escucha Salsa. “Antes de que naciera Latina yo ya estaba metida en la Salsa. Conocí el género en los años setenta cuando trabajé en muchos bares en Palacé. Ahí era no más Salsa. Ahí existían bares de salsa, Carruseles, El Diferente, El Aristi, El Bogaloo. Me mantenía de bar en bar, de ahí nació, desde ahí empecé con la Salsa”, cuenta.

La relación de la Vieja con Latina, data de una tarde en Copacabana en la que ella tomando ‘chorros’ con un amigo escuchaba salsa de seguido, “yo sí le pregunté al dueño del lugar si era un disco el que sonaba o una emisora. Me dijo que una emisora pero que no sabía cómo se llamaba, ni se acordaba del dial”, recuerda.

Desde ese momento Restrepo se volvió oyente. Ya es un emblema de la emisora. Así  como lo es Aníbal, como lo son el mismo Jairo Luis, Lourdes Cañas, Pamela y un puñado más de personas que trabajan en la emisora porque ahí tienen el segundo hogar, además de la música que les gusta; Boso e’ leche, otro oyente fiel, y los miles de escuchas que a diario —incluida la noche —no se despegan de ese dial.

Chila sale al aire. Los otros oyentes ya la identifican, es la vieja que todos quieren y respetan, hasta el mismo Jairo Luis vive pendiente de ella. “Yo salgo al aire dos o tres veces a la semana, la idea que salgan los otros, darles la oportunidad a otros”.

La fidelidad puede verse reflejada en los salseros de Medellín o los que conocen a una amada, enamoradiza y coqueta estación como Latinastereo. Los amantes de ritmos afrocubanos de antaño tienen en la treintañera al amor ideal, por eso la escuchan sin pausa y sin reparos.

Latina tiene diez mil temas sistematizados, una colección de cinco mil elepés —que pueden ser unas cincuenta mil canciones, mal contadas —, y tres mil CD. La programación, por lo general, no se repite en un buen tiempo.

La estación tiene un tesorito de más de cien saludos y entrevistas de artistas. Un lujo que se dan junto con las firmas que coleccionan en un piano que está en la entrada de la casa y un pendón, todavía nuevo, en la cabina. Se va a mudar para El Poblado. Se va con toda la salsa, se va con el palpitar de los 30 años y con calor que solo ofrece un hogar, no en vano la familia Latina Stéreo, de apellido El Sonido de las Palmeras está regada por todo el mundo.

Aníbal no baila salsa, pero la goza. Ahí está, presente siempre en la casa salsera y viviendo por ella. Es como dice Chila: “la llevo en mi sangre y en mi corazón”.

El sello salsero

Los salsaludos es una de las marcas que tiene eco en aquellos lugares donde suena Latina. Antes, la comunicación solo se daba por teléfono, pero el crecimiento por redes sociales ha sido importante. Estos canales han permitido que con todo el sabor paisa, Latina lleve salsa a la India, Rusia, China, incluso, la misma Cochinchilla.

 

Andrés Velásquez

periodicociudadsur@gmail.com