La planta La Ayurá se moderniza para entregar agua de mejor calidad


Alejandro Calle Cardona

Envigado / agosto 30, 2020

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Con el fin de garantizar el suministro y la calidad del servicio de acueducto a usuarios antiguos y nuevos, EPM ejecuta desde 2017 el proyecto de modernización de la planta de potabilización La Ayurá, que cubre cerca del 60% de la demanda de agua en el Valle de Aburrá.

PUBLICADO 30 DE AGOSTO 2020

Andrés Mauricio Escobar Palacio, líder de proyecto de la Gerencia de Infraestructura de EPM, explica que este proceso es necesario toda vez que la infraestructura tiene más de 60 años y, aunque ha sido constantemente actualizada y ha recibido mantenimiento, hoy requiere una intervención más profunda para garantizar un óptimo funcionamiento durante las próximas cinco décadas.

“El proyecto consiste en cuatro productos fundamentales: intervención de las compuertas de la torre de captación y de las compuertas de la descarga en el embalse de La Fe, modernización del sistema de aducción (tuberías que conducen el agua cruda desde La Fe hasta La Ayurá), modernización de los procesos químicos de la planta de producción de agua potable y la construcción de estructuras de salida”, indica Escobar.

El profesional explica que “actualmente estamos ejecutando las estructuras de salida. Estamos alrededor de un 20% de avance, con algunos retrasos generados por la pandemia que vivimos, pues toda la obra se debió adecuar a las medidas de bioseguridad necesarias y esto disminuye el rendimiento”.

Esta etapa consta de tres tanques de almacenamiento de 4.000 m3 cada uno con una infraestructura de conexión entre ellos y una tubería de dos metros de diámetro para sacar el agua potabilizada de la planta y entregarla al sistema interconectado del Valle de Aburrá. Se estima que entre en operación en el segundo semestre de 2021.

Según Escobar, ya está listo el diseño para la intervención de las compuertas, el cual se espera contratar a comienzos de 2021, mientras el sistema de aducción se encuentra aún en fase de diseño y el de los procesos fisicoquímicos para el tratamiento y desinfección del agua también está en etapa de diseño. Así, la planta pasará de una capacidad de tratamiento de 4,5 metros cúbicos por segundo (m3/s) a 6,2 m3/s.

La modernización también servirá para disminuir las afectaciones en la operación de la planta y en la calidad del agua, además de aumentar la flexibilidad en la operación del sistema de acueducto, optimizar costos operativos y disminuir los tiempos de suspensión del servicio en eventos de contingencia o mantenimiento.

A ello se suma la gestión social que ha desarrollado la empresa para minimizar los impactos de una obra de esa envergadura. “Ha sido muy relevante para nosotros el trabajo con las comunidades cercanas. Desde 2017 se ha contactado a las comunidades vecinas, sobre todo los residentes de dos unidades que limitan con el predio donde está la planta y que pueden tener una afectación por el impacto visual, para poder ejecutar el proyecto de la mejor forma y atendiendo todas sus necesidades”, sostiene Escobar.

En promedio hay 140 personas que trabajan en la ejecución de las Estructuras de salida y otras 20 en la interventoría. EPM proyecta entregar todos los componentes del proyecto en 2023 para garantizar la disponibilidad de agua potable para el Valle de San Nicolás y los sectores sur y centro del Valle de Aburrá.