Este fin de semana el río Medellín volvió a cambiar de color. Esta vez fue negro y de nuevo, los vertimientos llegaron desde el sur del Valle de Aburrá. Pese a las sanciones, este año el afluente ha cambiado de color más de 50 veces, por lo que comunidad y ambientalistas piden mayores controles y responsabilidad por parte de la industria.

El más reciente reporte que recibió la Unidad de Emergencias Ambientales del Área Metropolitana fue este domingo, tras el vertimiento de colorantes negros identificados entre Sabaneta y Envigado. Aunque la Entidad aclara que Si bien la presencia de color no implica necesariamente afectación ambiental, el Acuerdo Metropolitano 21 de 2012, prohíbe vertimientos directos a cuerpos de agua o al sistema de alcantarillado público que alteren su color y calidad.

“Durante el 2016, hemos trabajado en conjunto con Corantioquia y EPM en los diferentes eventos de vertimientos al río y sus afluentes reportados por diferentes medios de comunicación que en total hasta la fecha suman 50, todos ellos originados en el sur del Valle de Aburra. Sin embargo, a la fecha no se ha iniciado ningún proceso sancionatorio por este tema, debido a que dentro de las investigaciones, ninguno de ellos ha provenido de una actividad ubicada en zona urbana que es la jurisdicción del Área Metropolitana”, explicó la Entidad a través de comunicado.

Vocero del Área Metropolitana explicaron que a pesar de reaccionar de manera inmediata a las denuncias, la mayoría de vertimientos son momentáneos, lo que impide determinar su origen. Sin embargo, a través de la Andi y Prosur, le piden mayor responsabilidad a las industrias ubicadas en esta zona para evitar nuevos casos.

Desde 2013 a la fecha, el Área Metropolitana ha impuesto sanciones a cinco empresas responsables de vertimientos al río por un valor que asciende a los 504.000 millones de pesos, entre las que se encuentran Locería de Colombia y Cueros Vélez. Pese a los más de 50 vertimientos en lo que van corrido del año, no se ha iniciado ningún proceso sancionatorio.  

Foto: Luis Alfonso Yepes